sábado, 28 de julio de 2012

Cap 5 / Componente - Comunitario - Regional


COMPONENTE COMUNITARIO – REGIONAL


Representa la estructura social y participativa del Proyecto Académico Pedagógico Solidario, conformada por las fuerzas vivas de las comunidades regionales, tanto académicas como no académicas; con sus respectivas potencialidades productivas y culturales, necesidades, inquietudes, fortalezas y debilidades, amenazas y oportunidades.

La base del componente comunitario-regional es la interacción social, proceso permanente que descansa en la relación humana de mutuo reconocimiento y de acción recíproca, presentes en todos los procesos de intercambio que el hombre realiza. En efecto, el hombre además de luchar por la supervivencia, lucha también por su reconocimiento personal y social.

En la interacción social, las personas reafirman su identidad, se reconocen como seres sociales e interdependientes de los demás y logran así su desarrollo integral, pues el hombre solo se constituye y autoconstruye al interior de un “nosotros”, es decir, en comunidad, porque esta es garantía de auténtica libertad personal, entendida como libertad de Asociación, de plena realización de valores y de comportamiento ético y socialmente responsable.

En la interacción social, el hombre reconoce al “otro” como “otro” yo, y al mismo tiempo es reconocido como tal, generándose así el proceso de socialización, que es la posibilidad de mediación entre lo particular y lo universal, valiéndose de una relación ética.

En la interacción y relación ética nos reconocemos como iguales, respetamos nuestra dignidad como personas y encarnamos los principios de fraternidad, justicia, equidad, cooperación y solidaridad universal.
Por otra parte, el componente comunitario regional se convierte en la estrategia fundamental que tipifica a la UNAD, porque conlleva la proyección social de la Institución al ámbito local y regional y eleva la atención de la cuestión social a la categoría de proyecto Ético político.

Tal estrategia se mueve por intereses prácticos y emancipatorios, y responde a necesidades fundamentales axiológicas, a valores culturales de cooperación, solidaridad, equidad, autonomía y dignidad, orientados hacia un cambio innovador y radical en el contexto de la dinámica del progreso humano, a partir de la educación comunitaria.

La educación comunitaria, se convierte en una mediación pedagógica que tiende a hacer posible el desarrollo de la personalidad para ampliar las posibilidades de realización individual y colectiva, y aprender a convivir, lo cual exige pasar de la lógica de la violencia, la fuerza y el miedo, a la dinámica de la razón, el amor y la solidaridad.

Aprender a convivir es adquirir una educación para la vivencia de la democracia participativa y la práctica cultural, donde se valora el conocimiento y la sabiduría de la comunidad, para construir su propio desarrollo mediante el impulso a la creatividad y la posibilidad de análisis, reflexión y acción.

La educación comunitaria es el diseño de estrategias para enfrentar de manera dinámica, los retos que plantea el cambio social y cultural del mundo en que vivimos, de manera que las comunidades locales y regionales se sientan acompañadas por la comunidad universitaria y logren los siguientes propósitos:
a)      Encontrar su propia dinámica e identidad y buscar los medios para realizar diversos proyectos de vida digna, justa y solidaria.
b)      Recuperar y reconstruir nuevos espacios para la práctica laboral y organizativa, dirigiendo su propia formación (información y valores más reflexión y acción).
c)       Autodeterminar los fines de su desarrollo integral, mediante la articulación de voluntades, para superar los conflictos que genera la crisis humanitaria y permitir a la persona “ser” y no “deber ser”.

Desde la educación comunitaria hay que reconocer al “otro” y a los “otros” dentro de la convivencia pacífica, para construir el cambio en las interrelaciones sociales y concebir el conflicto social como una oportunidad o mediación pedagógica y como elemento de crecimiento, creatividad y desarrollo humano, mediante la promoción y organización  comunitaria que impulse el desarrollo sociocultural y productivo, sustentable y autosostenido de las comunidades locales y regionales.

Desde la educación para todos, tales modelos de desarrollo deben sustentarse en el diseño y aplicación de estrategias pedagógicas, psicosociales y comunicativas que faciliten la articulación de los componentes académico, pedagógico, tecnológico, organizacional y comunitario en las regiones. Las estrategias deben dignificar al ser humano, centrarse en él y convertirlo en sujeto social y actor protagónico de su propia formación, respetando la sostenibilidad de los ecosistemas, las identidades culturales y el derecho a la diferencia, a la vida digna y plena, a la paz y a la seguridad integral.

De lo anterior se deduce que la descentralización es un proceso de modernización del estado a mediano y largo plazo, la cual requiere una evaluación permanente de los logros obtenidos para ajustar nuevas políticas públicas mediante una alta participación ciudadana que propenda por la búsqueda de consenso, acuerdos fundamentales y controles sociales de los actores que conforman las organizaciones de la sociedad civil.


Dorian López Bejarano
Tutora
ECSAH
ZAO


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