CAPÍTULO
6. COMPONENTE ECONÓMICO – PRODUCTIVO
Por: Javier Alvarado
Tutor ECSAH – Cead Acacías
Este componente del
Proyecto Académico Pedagógico Solidario, apunta al desarrollo autónomo de las
regiones, mediante diferentes formas asociativas centradas en el valor
pedagógico e histórico del trabajo humano, considerado éste como un proceso
constitutivo de la cultura, generador de bienes materiales y espirituales y de
condiciones reales que hacen posible la existencia humana, la autoconservación
de la especie y la transformación de la realidad.
En consecuencia, el
componente económico-productivo, mediante redes productivas, articuladas con
las redes de aprendizaje y conocimiento, debe generar espacios laborales y
fuentes de trabajo a partir de inversiones socialmente productivas que faciliten
la autorrealización de los factores económicos en la promoción y organización
de la producción, la distribución, el cambio y el consumo de bienes y servicios
esenciales, dentro de los valores de la ética de la solidaridad extendida y de
la existencia humana reconocida.
La Economía Solidaria
centra su razón de ser en el proceso de autoconstrucción del hombre como
individuo y como especie, es decir, del hombre como un ser social, histórico,
cultural y trascendente, capaz de desarrollar su potencial espiritual a través
de su acción creativa y de la organización solidaria de las formas económicas y
atributos de la sociedad existentes.
En este sentido, la
Economía Solidaria orienta su quehacer específico de acuerdo con los siguientes
principios: respeto
por la dignidad de la persona humana; distribución equitativa de los beneficios obtenidos en los procesos;
democratización de la propiedad sobre los medios de producción;
autorrealización de los actores económicos; formación integral para el
desarrollo autónomo; preservación y defensa del medio ambiente; participación
organizada y solidaria de los asociados; cooperación de todos en el trabajo
asociado y solidario.
Los estados de dignidad de ser, hacer,
tener y estar, mediados por los principios éticos de la economía solidaria, son
posibles en la medida que el servicio educativo que presta la UNAD, como
propulsor del progreso social, enfatiza que el ser humano es el valor central
del proceso educativo y que por lo tanto se le debe acompañar en el desarrollo
del pensamiento crítico, de su capacidad creativa e interpretativa, en el
cultivo de los valores relacionados con el respeto a la dignidad humana y en el
ejercicio de la solidaridad en las comunidades, organizaciones y emprendimientos
solidarios.
Yo soy un
comunicador social, con la vocación de tutor.
Y estoy en la UNAD
con el propósito de servir con mis conocimientos y experiencia a los
estudiantes,
de manera que le
pueda aportar al desarrollo humano y profesional de las personas en formación
y, por
consiguiente, al desarrollo de la ZAO.
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